El golpe de Estado de 1953 en Irán, conocido como «Operación Ajax», fue un acontecimiento crucial en la historia de Irán y de las relaciones internacionales, orquestado conjuntamente por los servicios de inteligencia de Estados Unidos (CIA) y el Reino Unido (MI6). Este informe detalla el contexto, los motivos, la ejecución y las consecuencias duraderas de esta operación encubierta que derrocó al primer ministro iraní Mohammad Mossadegh, un líder democráticamente elegido y profundamente popular.
Informe en profundidad
Interactivo
Operación Ajax
Anatomía de un golpe de estado que redefinió Oriente Medio y las relaciones de Irán con Occidente para siempre.
El Escenario
Para entender el golpe de 1953, primero debemos explorar las fuerzas que configuraron el Irán de mediados del siglo XX: la geoestrategia de la Guerra Fría, la inmensa riqueza petrolera y un creciente sentimiento nacionalista contra décadas de explotación extranjera. Estos elementos crearon un caldo de cultivo para el conflicto.
Importancia Estratégica
Irán, con su vasta frontera con la Unión Soviética y su acceso al Golfo Pérsico, era un peón crucial en el tablero de ajedrez de la Guerra Fría. Para Estados Unidos, contener la expansión soviética era la máxima prioridad.
La Anglo-Iranian Oil Co. (AIOC)
Controlada por el gobierno británico, la AIOC monopolizaba el petróleo iraní. A pesar de generar enormes ganancias (casi £85 millones en 1950), pagaba a Irán una parte mínima, mientras los trabajadores iraníes sufrían condiciones deplorables. Era un símbolo de explotación colonial.
Auge del Nacionalismo
Tras la Segunda Guerra Mundial, un fuerte movimiento nacionalista emergió en Irán, demandando soberanía y el control de sus propios recursos. El pueblo iraní anhelaba poner fin a la dominación extranjera.
El Catalizador: Mossadegh y la Nacionalización
En este tenso ambiente, emerge la figura de Mohammad Mossadegh. Como líder del Frente Nacional, canalizó el descontento popular en una acción audaz y decisiva: la nacionalización de la industria petrolera, desafiando directamente los intereses británicos y desencadenando una crisis internacional.
Marzo 1951
El parlamento iraní (Majlis), bajo una inmensa presión popular, aprueba por unanimidad la ley de nacionalización del petróleo.
Abril 1951
Mohammad Mossadegh, la figura más popular del movimiento, es nombrado Primer Ministro con un mandato claro para ejecutar la nacionalización.
Mayo 1951
Mossadegh firma la ley que revoca la concesión de la AIOC y crea la National Iranian Oil Company (NIOC), tomando el control formal de la industria.
1951-1953
El Reino Unido, horrorizado, impone un boicot mundial devastador al petróleo iraní, paralizando la economía del país y sentando las bases para una intervención.
Operación Ajax: La Ejecución
Incapaz de doblegar a Mossadegh por medios económicos, el Reino Unido convenció a la nueva administración de Eisenhower en EE.UU. de que Irán podría caer en la órbita soviética. Juntos, la CIA y el MI6 planificaron y ejecutaron la Operación Ajax, una operación encubierta para derrocar al gobierno democráticamente elegido de Irán.
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Las Consecuencias Inmediatas
En agosto de 1953, el golpe triunfó. Mossadegh fue derrocado y arrestado. Las repercusiones fueron inmediatas, alterando el panorama político de Irán y reconfigurando el control de su recurso más preciado.
El Destino de Mossadegh y el Poder del Shah
Mossadegh fue juzgado por traición, encarcelado durante tres años y pasó el resto de su vida bajo arresto domiciliario. El Shah Mohammad Reza Pahlavi fue restaurado en el trono, pero ahora como un monarca absoluto, su poder consolidado gracias al apoyo directo de EE.UU.
La Reconfiguración del Petróleo
La nacionalización fue revertida en la práctica. Se creó un nuevo consorcio internacional para gestionar el petróleo iraní. Aunque Irán recibía el 50% de los beneficios, el control real volvió a manos occidentales, cumpliendo el objetivo principal del golpe.
Reparto del Consorcio Petrolero (1954)
Legado: Las Semillas de la Desconfianza
El golpe de 1953 no fue el final de la historia, sino el comienzo de un nuevo y turbulento capítulo. Las acciones de EE.UU. y el Reino Unido dejaron cicatrices profundas en la psique iraní, sembrando las semillas de eventos que décadas más tarde conmocionarían al mundo.
Golpe de 1953
Derrocamiento de la democracia.
Instalación de un dictador.
Resentimiento popular.
Régimen del Shah (1953-1979)
Represión (SAVAK).
Dependencia de EE.UU.
Alienación de la población.
Revolución Islámica de 1979
Caída del Shah.
Creación de un régimen anti-occidental.
Legado de hostilidad.
El derrocamiento de Mossadegh es un poderoso recordatorio de cómo las intervenciones a corto plazo, impulsadas por intereses económicos y geopolíticos, pueden generar consecuencias no deseadas y un «contragolpe» estratégico que perdura por generaciones.